UNIVERSIDAD
NUEVA ESPARTA CARACAS- VENEZUELA
TEMA: ¿QUÉ DESTINO TURÍSTICO
QUEREMOS SER?
(Extracto de la Charla dada en la UNE, en ocasión de su X
Aniversario)
Por: A. Ascanio, MSc.*
Misión y Objetivo de CORPOTURlSMO
Esta siempre ha sido la pregunta más importante que podemos hacer. Primero que todo, no hay duda que la misión de la Corporación de Turismo de Venezuela (CORPOTURISMO) consistiría en lograr para el país un destino turístico de calidad y competitivo, pero también con un enfoque del turismo como lo que realmente es, o sea: una actividad de servicio dedicada al intercambio internacional y nacional.
El asunto de la calidad de los
servicios turísticos
Estoy de acuerdo que la calidad y la competitividad se
logra en el turismo en cada producto-destino. No existen países turísticos
competitivos, sino productos turísticos competitivos, pues para competir en
esta actividad hay que coordinar acciones con otros organismos.
¿Y por qué en el turismo es necesario ese esfuerzo de
coordinación?: porque existen en Venezuela más de 60 instituciones y 7 muy
importantes, de las cuales depende el turismo para funcionar bien (todos sabemos
que si la luz , o el suministro de agua, o la recolección de desechos sólidos
no son servicios públicos de excelencia; o si las playas están contaminadas,
entonces estamos en presencia de variables que pueden poner en peligro la
calidad integral de la planta turística, que trata de hacer bien su trabajo,
pero que depende de esos elementos del contexto). Además, se dice que la
calidad de la actividad turística es la sumatoria de muchos momentos de verdad
(da relaciones interpersonales eficientes entre el visitante y la comunidad
receptora; así como de soportes físicos adecuados, que pueden estar sometidos
a normativas y a reglas del juego).
En resumen, en el turismo el concepto de calidad es diferente
a la calidad de los producto manufacturados, porque se tiene que gerenciar con
elementos físicos, pero también con procesos sociales y comportamientos
personales y asegurar, además, la conservación y sustentabilidad de los
recursos ambientales que le son propios. Así pues, la calidad del servicio
turístico no sólo se controla para asegurar la satisfacción del visitante,
sino para satisfacer también a las necesidades de la comunidad receptora, como
un fin más noble del desarrollo turístico integral.
Competir en un espacio
geográfico con países que tratan de captar mercados
Si nos referimos a la competitividad turística, ese
concepto no es absoluto sino relativo. Es decir, tenemos que compararnos con
otros países turísticos de América Latina. Si lo hacemos con los 19 países
que han repuntado en turismo, veremos que el llamado índice relativo ponderado
de importancia turística, el cual utiliza, al menos, 8 indicadores básicos,
nuestra posición relativa es la No. 12 entre los 19 países ; y que lo ideal
sería que estuviésemos en la posición No. 7 ú 8, como se ubican Costa Rica,
Cuba y República Dominicana.
Otros de nuestros competidores son: Argentina, Brasil y
Aruba. Todos estos países que son muy agresivos en promoción turística, nos
están restando cuotas de mercado en los segmentos turísticos estratégicos que
a nosotros nos interesa.
¿Qué conocemos sobre este asunto?:
Que nuestros principales competidores en número de 7, captan, en promedio, 3,2 veces más turismo receptivo, tanto europeo como norteamericano, que la cantidad captada por Venezuela.
Que los 7 competidores más fuertes son, como ya se señaló: Jamaica, Costa Rica, República Dominicana, Cuba, Argentina, Brasil y Aruba; y
Que en esas circunstancias, es posible que hayamos perdido nuestro esfuerzo de posicionamiento que habíamos comenzado a lograr desde la década de los años 70; y que debemos rescatar de nuevo, con nuevas inversiones, promociones y capacitación.
Para pasar del
puesto 12 al octavo, tenernos entonces que lograr la meta en el próximo
quinquenio de captar turismo receptivo en el orden de los dos millones de
turistas al año, o sea 100 turistas por cada 1.000 habitantes; y obtener al
menos un poco más de US$ 2.600 millones de dólares/año , lo cual
representaría el 4% del PIB de la actividad de servicios.
Son metas que deberían ser concertada con el sector privado
y otras instituciones públicas.
El asunto importante de la
Balanza de Viajes equilibrada.
Nos hemos referido a calidad y competitividad; pues bien,
para lograr una buena posición en el mercado del turismo receptivo, en
comparación con nuestros competidores, tenemos que asegurarnos una balanza de
pago de viajes positiva, ya que estos nos permite saber si realmente la
actividad turística ha sido económicamente relevante y financieramente
factible para el país. La balanza positiva se alcanza si podemos lograr que el
turismo receptivo (exportaciones in-situ) sea mayor que el turismo emisivo
(importaciones o salida de divisas) y no sólo en número de turistas sino en
divisas. Las estadísticas no indican que nuestro turismo emisivo está muy
cerca, en número de visitantes, de nuestro turismo receptivo, o sea:
históricamente el turismo que sale de: Venezuela, siempre ha sido más o menos
88% de nuestro turismo receptivo, pero con la característica de que ese turismo
emisivo, que en un 80% viaja a USA y en un 20% a Europa, gasta 3 veces más, por
persona y viaje, que el turista internacional que llega a Venezuela.
En resumen: captamos 3 veces menos turistas internacionales
que nuestros competidores (quizá en este momento sólo 600 mil año) ; pero
tenemos un turismo emisivo de residentes en el país, de al menos 500 mil
visitantes que viajan todos los años, pero que gasta tres veces más en el
exterior que el turista que nos visita ( US$ 3.500 por persona y viaje contra
US$ 1.300). La consecuencia de todo esto es por supuesto: Una balanza de viaje
negativa, por lo menos en 970 millones de dólares a 1.000 millones de dólares,
cuyo déficit, en un 80%, es con Estados Unidos de Norteamérica.
¿Qué país queremos ser desde
el punto de vista turístico?
El análisis anterior nos lleva a recalcar que queremos ser
un país con servicios turísticos de calidad, competitivo y con una balanza de
viajes al menos equilibrada, para lo cual sería necesario llegar cuanto antes a
captar al menos ese número mágico del millón de turistas como meta de corto
plazo, y luego a mediano plazo establecer el objetivo de lograr 1 ,5 millones de
turistas; todo lo cual nos debería conducir hacia la meta de los 2,0 millones
de turistas, suponiendo que queremos trabajar con el mismo segmento de un
turismo que gasta US$ 1 .300 por persona y viaje y una estadía media de 10
noches, pero casi duplicando la tasa actual de crecimiento del turismo receptivo
del 6%. Paralelamente, en la búsqueda de estas metas, se debería iniciar con
el BCV, la OCEI y quizás el IESA asistidos por OMT, la implementación de la
llamada CUENTA SATÉLITE DE TURISMO, como herramienta para poder monitorear las
metas y la política promocional y de capacitación, que deben formar parte de
una acción conjunta.
Un mercado de mayor calidad
supone una oferta mejorada.
Por supuesto, lo ideal sería apuntar a un turismo de alto
poder adquisitivo y de una estadía media más elevada, pero ese objetivo
supondría, como sabemos, mejorar de manera sustancial el producto turístico
venezolano (infraestructura, planta de alojamiento y planta recreativa, personal
de contacto y buena gerencia, así como seguridad). La tarea no es fácil si no
se cuentan con los recursos para invertir y promover; ahora será posible contar
con fondos equivalentes al 1 % de la venta de la actividad turística (un fondo
que puede captar por lo menos US$ 30 millones de dólares al año), de allí el
compromiso también de promover inversiones, y de otorgar facilidades y
seguridad jurídica. Incluso, será necesario privatizar con celeridad los
inmuebles de FOGADE, antes que se deterioren y sea más difícil su puesta a
punto.
La estrategia del multidestino
Seguramente que todos quisiéramos lograr un país que compita en el Caribe
ofreciendo una mezcla de nuestros entornos geográficos, o sea: productos
multidestinos innovadores; esa mezcla entre el turismo de costas con el turismo
de selva , de montaña o llanos, tienen que responder igualmente a segmentos de
mercado y a la posibilidad de realizar inversiones rentables. Hoy por ejemplo,
entre el 20% y el 25% del turismo receptivo que llega al país, es turismo de
naturaleza; o sea 100 mil turistas internacionales que llegan al país se
interesan por el ecoturismo; todavía es un mercado pequeño: y ello se debe a
que, en general, mucho más del 50%. nuestro turismo receptivo es de negocios
(con la apertura petrolera, por ejemplo, llegó a representar el 70% del total
del turismo receptivo). Tenemos que decidir cuáles son los segmentos que nos
interesa promover: ¿es una mezcla equilibrada entre turismo de sol y playa,
ecoturismo y aventura y de negocios / convención? ; ¿o queremos darle mayor
importancia a un tipo de mercado específico? Ya sabemos, por ejemplo, que en el
Caribe Insular el segmento predominante es el visitante interesado en turismo de
sol y playa, como Cuba que explota intensamente este tipo de turismo en Varadero
y Cayo Coco; pero Costa Rica y Belice, por ejemplo, lo combinan con el turismo
de naturaleza; en cambio, Trinidad y Tobago ya se ha decidido por una
combinación que privilegia el turismo deportivo.
El turismo de sol y playa. Espacios
geográficos vulnerados
El problema que se presenta con turismo de sol y playa, en Venezuela, son
nuestras playas contaminadas en algunos entornos geográficos y la presión de
los visitantes locales en áreas frágiles y mal servidas. Si queremos seguir
otorgándole importancia a este tipo de turismo, será necesario invertir en
programas dc saneamiento ambiental y en el mantenimiento y administración del
recurso playa. Una tarea urgente en este sentido se presenta en las playas de
Barlovento y del Litoral Central. Descontaminar el Río Tuy del impacto que le
causa el Río Guiare, perjudicando las playas al oeste de Paparo, hasta llegar a
Higuerote; así como la mejor recolección de desechos sólidos en los pueblos
barloventeños para evitar que lancen a los ríos la basura doméstica. Esta es
una tarea bien urgente para este Estado, el cual se verá presionado por más
visitantes temporales una vez que se termine la Autopista a Oriente. Queremos
entonces playas limpias y descontaminadas, especialmente en el Estado Miranda,
pues en el futuro cercano ese será el espacio turístico más importante para
el turismo doméstico proveniente de la Región Capital.
Los nuevos espacios turísticos
venezolanos
Un multidestino novedoso para Venezuela, dentro del concepto de la
globalización con el Caribe Insular, sería el Proyecto de la Zona Franca de
Paraguaná, donde se podría realizar un turismo compartido con Aruba y las
Islas Neerlandesas, lo cual beneficiaría a ambos espacios geográficos. El otro
proyecto del Estado Falcón que deberían recibir una atención prioritaria
serían: Playa Norte de Chichiviche; y en las Dependencias Federales el proyecto
de la Isla de la Tortuga. En materia aeroportuaria es urgente la ampliación y
modernización del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar en Maiquetía y
también los aeropuertos de Puerto Cabello en el Estado Carabobo y un nuevo
aeropuerto internacional ubicado en Barcelona, para poder utilizar con
intensidad la planta turística de El Morro en Pto. la Cruz que hoy tiene
problemas para su mejor utilización.
El turismo de negocios , eventos
y convenciones
Este tipo de turismo produce a los países el mayor número de divisas en bajas
temporadas. Esta actividad estaría relacionada con las futuras inversiones en
industrialización del gas, petroquímica, níquel, carbón; por lo que la
estrategia sería la promoción de los hoteles premium al estilo del Four Season
en Altamira o los hoteles: Centro Lido y el Chacao Cumberland. También haría
falta un Centro de Convenciones moderno y quizá localizado al este del Area
Metropolitana de Caracas, con vista al Parque Nacional El Avila.
El turismo de naturaleza, de
aventura, el agroturismo. y en general el turismo rural
Aquí se nos presenta el reto de cómo organizar a las 576 instalaciones tipo
posadas, cabañas y campamentos que ya existen en el país , para que mejoren su
nivel de calidad y sean más innovadoras, al utilizar sus recursos culturales y
paisajísticos locales; y cómo incorporarlas, además, a los paquetes
turísticos venezolanos. En este asunto de organizar a los pequeños negocios
turísticos en el medio rural, existe un país que lo ha hecho muy bien:
Francia. Allí los posaderos han recibido adiestramiento por parte del Estado,
ellos cuentan con una Federación de Posadas y con un sistema de reservaciones y
de comercialización muy avanzado. Esa es una experiencia que se puede adaptar y
realizar en Venezuela. Pero también, la reciente experiencia del Hotel
Intercontinental Tamanaco al incorporar a su marca -vía franquicias- los
llamados Tamanaco Inn, Tamanaco Express, Posadas Tamanaco, Aventura Tamanaco y
Bullpen Sport Bar. Este es un enfoque integral de promoción dc instalaciones
turísticas variadas, pensando en diversificar los mercados y ofrecer nuevos
atractivos a su clientela de negocios.
El turismo nacional: un mercado
libre de riesgos
Deseo mencionar también, el mercado para el turismo nacional que hoy debe
ubicarse alrededor de 5 millones de turistas; no obstante el turismo para
trabajadores tiene en nuestro país poca capacidad de alojamiento; sólo se
pueden alojar el 3% del total de trabajadores, cuando lo ideal sería llegar, a
mediano plazo, cubrir el 15% del mercado de trabajadores venezolanos. No
obstante, ello depende del enfoque que se le quiera dar al turismo popular en la
nueva ley de seguridad social, incluso a la recreación, que debería ser un
derecho de la población venezolana. En este campo; Bélgica tiene una excelente
experiencia, por lo que sería conveniente consultarlos, a través del apoyo que
pueda proporcionar la Cancillería Venezolana.
En resumen, queremos ser un país turístico:
Con una Balanza de Pago equilibrada, especialmente con USA. Esto supone nuevas inversiones en aquellos espacios geográficos que ya tienen estudios de planificación y factibilidad, así como privatizar, cuanto antes, la oferta de alojamiento en manos de FOGADE y CORPOTURISMO;
Con un mayor número de hoteles importantes y de cadenas, para que implementen programas similares a la nueva experiencia del hotel Tamanaco;
Con mayor fortaleza en nuestro
turismo doméstico o nacional, al asistir a los pequeños y medianos
negocios turísticos, para que se organicen en una Federación y puedan
ofertar sus plazas, así como comercializar sus negocios con éxito. En este
sentido sería también útil rescatar la Ciudad Vacacional Los Caracas y
mejorar las otras instalaciones del IPASME que es una planta turística para
el segmento social de vacacionistas residentes en Venezuela.
Finalmente, es necesario hacer
la siguiente reflexión:
El turismo, debe cumplir una importante función como catalizador del desarrollo
y calidad de vida de las pequeñas poblaciones receptoras. No son convenientes
los contrastes entre el lujo de las instalaciones hoteles y resorts, y los
pequeños pueblos o comunidades que no reciben los beneficios de esta actividad,
por lo menos en programas de viviendas para los trabajadores, salud y
educación. La primera beneficiada debería ser la comunidad receptora, para que
puedan ser dignos anfitriones de los turistas que nos visitan. Esta es una
responsabilidad del Estado con el apoyo del sector privado y de los propios
habitantes; es decir, es un trabajo coordinado de renovación urbana a pequeña
escala y de puesta en valor de sus tradiciones y culturas, porque estas
poblaciones son parte del paisaje y por ende del país turístico.
* Economista y Master en Gerencia y Ciencia Política. Profesor Titular de la Universidad Simón Bolívar. Consultor independiente.